Su objetivo es conservar las recetas tradicionales pero actualizadas, adaptadas al estilo vegano. Cocina de casa, de toda la vida. Sabor de la tradición condimentado con aromas mediambientales. Júlia Isabel Pol (Manacor, 1999) ha presentado su primer libro gastronómico titulado Receptes mallorquines veganes. Cuina de ca nostra. Esta estudiante de medicina ha querido hacer un pequeño homenaje a las tradiciones de la Isla. Editado por Purpurina Editorial, está en marcha la segunda edición tras agotarse la primera.
¿Cómo surgió la idea de hacer este libro?
— Vivo en Barcelona ya que estoy estudiando medicina. Allí poco a poco y gracias a una amiga me fui convirtiendo en vegana. Pasé el confinamiento en casa y como tuvimos mucho tiempo empecé a probar recetas. No quería renunciar a la cocina de casa; a mi familia le encanta cocinar. Junto con mi madre fuimos adaptando una llengua amb tàpares, panades de Pasqua, els galets farcits de Nadal... con ingredientes como soja, seitán, verduras... Fuimos recopilando poco a poco y ahora hemos juntado las recetas en este libro. A mi me encantan las tradiciones de reunirnos en familia, cocinar y disfrutar de los menús tradicionales. Y es posible con estos otros ingredientes. Por ejemplo también hago sobrasada con tomate seco y almendras.
¿Qué pueden encontrar los lectores en su oferta?
— Está distribuido en cuatro partes: conservas, platos fríos, calientes y dulces. Es un libro de recetas dirigido sobretodo a la juventud. No soy una profesional, las recetas no tienen mucha complejidad. A los mayores no puedo enseñarles nada pero me hacía ilusión brindar a las nuevas generaciones un soporte físico donde poder buscar estas recetas. Es verdad que hoy en día es muy fácil buscar recetas en internet pero las redes sociales son muy volátiles. Con esta propuesta conservamos las tradiciones y la esencia de nuestra gastronomía aplicando la evolución: un aguiat de pilotes de heura, un seitán amb tàpares....
El veganismo está de moda hace ya unos años. ¿Es un estilo de vida más caro?
— La crisis climática ha removido conciencias en muchos aspectos y uno de ellos es la alimentación. Tal y como estamos hoy en día sabemos que hay que hacer muchos cambios porque la situación es insostenible. La salud del planeta depende de la nuestra. Por otra parte no creo que ser vegana sea un estilo de vida más caro.La base es sencilla: granos, harina, fruta, verdura, hay un equilibrio, como en todo, entre oferta y demanda.
¿Que beneficios le ha reportado este cambio de vida?
— El motivo fundamental que me impulsó es el tema medioambiental, sobretodo los animales. Hablar de veganismos es una etiqueta pero es un estilo muy amplio y va a criterio de cada uno. Por ejemplo yo tampoco como miel. Es un poco el sentido común de cada uno. Es una etiqueta y cada uno la hace suya de manera diferente. Personalmente, a nivel de salud, me siento mucho mejor. Tengo más energía, me preocupo más por lo que como y las digestiones no las tengo tan pesadas. La reducción del consumo de carne es necesaria.
Ha estado asesorada por un buen equipo
— Sin ninguna duda ha sido posible gracias a un buen equipo de mujeres. Sin mi madre, Miquela Pascual, no habría sido posible porque me ha aportado los conocimientos necesarios; también las fotografías de Núria Sánchez, los tejido de Bel Gomila o la cerámica de Anastasia Egorova y Maria Riera. Júlia Mérida ha hecho el prólogo.Agradecer también a Marga Serrano de Purpurina Editorial que desde el primer momento apostó por la idea.
Un trabajo muy sabroso...
— Mi trabajo ahora ha terminado. Ahora yo os invito a probar estas recetas, a experimentar los sabores tradicionales con el respeto al planeta. En enero lo presentaremos en Barcelona porque allí también hay un público potencial y más adelante pondremos puntos de venta.
Ahora se abre para usted un nuevo reto, hacer las prácticas de medicina en Argentina
— Me apetecía mucho conocer un modelo sanitario diferente al nuestro, que funciona muy bien. En el caso de Europa está más unificado. Yo creo que será una experiencia muy bonita. Estaré hasta diciembre, luego volveré para hacer el MIR. Quiero estudiar psiquiatría, creo que por mi devoción de cuidar a las personas. Me gusta mucho la parte psicológica y social ademas de la vertiente médica.
A los argentinos le gusta mucho la carne...
— Si. Será difícil adaptar al veganismo un asado argentino (ríe) pero hay bastante oferta vegana y para los dulces no habrá problema.
Tiene en mente otros libros?
— Tengo otras ideas , estoy investigando. Veremos si surge otro libro relacionado con tradiciones mallorquinas.