La noche entre el 10 y el 11 de septiembre vivirá de nuevo una de las costumbres más típicas de la recta final del verano en la Isla, la Pujada a Lluc a peu de la Part Forana, en su 41 edición. La Associació d'Antics Blavets es la entidad encargada de su organización y esperan reunir este año a unas 8.000 personas procedentes de más de 40 municipios. La cita cuenta con el apoyo del Consell de Mallorca, que aportará un total de 40.000 euros para sufragar los gastos que se generen en la movilización del gran número de participantes y para garantizar su seguridad.
La Pujada será una noche muy especial, después de dos años sin realizarse y supondrá el reencuentro de muchas personas con una celebración que une cultura, deporte, espiritualidad y sentimiento colectivo. Su operativo exige la implicación de un gran número de personas y un dispositivo amplio y coordinado para garantizar el adecuado desarrollo de las marchas, que comienzan en los pueblos en horarios que dependen de su distancia al Santuari, entre las 19 horas para los más alejados, como Campos, y las 5 de la madrugada para los más próximos, como Selva o Caimarí. En algunos casos los recorridos se harán en autobus hasta Inca y desde allí a pie hasta Lluc.