Las empresas contratadas por el Ajuntament de Manacor deberán garantizar el uso de la lengua catalana en bienes, obras y servicios objeto del contacto. El pleno ordinario, celebrado ayer por la noche, aprobó incluir cláusulas lingüísticas en los diferentes pliego de condiciones de la contratación del Ajuntament, sus organismos autónomos y entes dependientes. La medida también afecta a los contratos menores.
El objetivo de esta medida, según destacó el regidor de Normalització Lingüística del Ajuntament, Sebastià Llodrà, es «dar una mayor efectividad a los principios de normalización lingüística en los campos de la contratación, sobre todo de cara a la ciudadanía».
El responsable del área aseguró que «más de la mitad de los contractos se adjudican a empresas externas con lo que hay que garantizar el uso de la lengua catalana tal y como prevé el reglamento de normalización lingüística del Ajuntament, aprobado en pleno de marzo de 1987 en el que se prevé una utilización mayoritaria de la lengua catalana como propia de la ciudad».
Sanciones
El incumplimiento de las cláusulas lingüísticas, que se hayan recogido en los diferentes documentos correspondientes al procedimiento de contratación, se podrán sancionar a través del procedimiento establecido en los pliegos de cada contrato, al igual que su tipificación y cuantía económica. En el caso de contratos menores el incumplimiento de las cláusulas supondrá la no prestación correcta del servicio, suministro u obra.
El reglamento municipal fue modificado en el mes de abril de 2022 incorporando una nueva disposición adicional en la que se establece que «con la finalidad de promover el uso del catalán en la gestión pública municipal a través de la contratación, las licitaciones que promueva el Ajuntament y sus organismos han de incorporar cláusulas lingüísticas para fomentar y hacer efectivo el uso público de la lengua catalana».
A modo de ejemplo en el caso de las empresas de obras toda la señalización deberá ser en catalán o en el caso de concesionarios de servicios se van a establecer unos mínimos. «Se trata de un documento técnico de como queremos que se preste el servicio, hay que apostar por el uso normal de la lengua catalana en el ámbito de la contratación. En el caso de que no se cumplan las cláusulas se impondrán las sanciones correspondientes».