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«Cuando trajimos a Buba le daban seis días de vida»

Suso Àlvarez es el presidente de Amigos de Buba, un ejemplo vivo de    los efectos que la falta de acceso a servicios básicos tiene para los más vulnerables

Suso Álvarez, fundador de la ONG ‘alcudienca’ Amigos de Buba. | Archivo

| Alcúdia |

Suso Álvarez (León 1955) es el fundador de Amigos de Buba. Dentista de profesión, hacía voluntariado en Senegal cuando apareció un padre con un pequeño en brazos con una infección tan grave en los huesos, que ya le afectaba al esternón. Suso Álvarez sabía que estaba condenado a morir si no se le operaban de urgencia. Movió cielo y tierra para traerlo a Mallorca donde hoy, con 16 años ya cumplidos, sueña con convertirse en chef. Aquello fue el germen de la ONG Amigos de Buba que hoy atiende a los más desfavorecidos creando infraestructuras básicas como escuelas o centros de salud.

Amics de Buba es una historia de supervivencia.
—Sí. Buba es un niñito senegalés que conocimos    en un proyecto solidario de atención odontológica. Nos lo trajo su padre con una infección en los huesos, una enfermedad que se llama osteomelitis    multifocal, que le afectaba prácticamente a todos los huesos del cuerpo. Le comió los húmeros, los omóplatos y sobre todo la tibia derecha y el fémur izquierdo. Le hicimos una cura y le dimos antibióticos pero después de 12 días sabíamos que se moría. Miramos cómo traerlo (al hospital de Son Espases de entrada) y los rotarios de Pollença pagaron el billete. Vino el padre con el niño y el traumatólogo le dio seis días de pronóstico de vida. Tenía septicemia. Nos dijo que como mínimo necesitaría seis meses de tratamiento y habíamos traido a su padre sin recursos, que dejaba en Senegal a una mujer y más hijos que alimentar y nadie quería hacerse cargo. Fue cuando decidí montar una ONG.

Y Buba salió adelante.
—Sí. Montamos torneos de golf, conciertos solidarios y mil historias. Hablamos con el padre que tenía que volverse a Senegal con su mujer y sus dos hijos y Buba se quedó a mi cargo. Porque la cosa se prolongó más y nos dijeron que el tratamiento no serían seis meses, que podía durar un año más y estuvo un año más en mi casa. Luego el niño se marchó tres meses y surgieron complicaciones (al final no estudiaba ni allí ni aquí) y con su padre ya decidimos dejarlo aquí para que tuviera la atención especializada que necesitaba. Yo quedé como tutor legal a cargo del niño.   

¿Cómo está hoy Buba?
—Ahora tiene 16 años y tiene una pierna 3,5 centímetros más corta y tendrá que volver a entrar en quirófano para alargar la pierna porque anda zambo. Estudió en las trinitarias de Palma Educación Primaria y luego empezó una Formación Profesional de Cocina.   

¿Sueña con ser chef?
—Sí, conoció a Andreu Genestra, que se interesó mucho por él pero la pandemia lo paró todo y ahora ha hecho las prácticas en un restaurante de Alcúdia.  Buba quiere acabar estos dos años y luego quiere ir a la universidad dos años más para hacer la especialización. Le hace ilusión ayudar a su familia porque en Senegal tiene a su madre y a cinco hermanos más.

La ONG ha ido evolucionando y creciendo a medida que Buba mejoraba y se afincaba en Alcúdia.
—Sí. Decidimos seguir yendo a su pueblo y a otros pueblos. A Warang (que pertenece al ayuntamiento de Malikouna) vamos dos veces al año (ahora acabamos de llegar y volveremos en octubre).Ofrecemos sobre todo asistencia odontológica pero también vienen médicos de otras disciplinas, ginecólogas que colocan DIUS, optometristas ... Se recogen gafas graduadas aquí que luego les adaptamos y entregamos. Es algo muy primario, gafas graduadas y de sol y sobre todo de presbicia. Estamos arreglando centros médicos y dotándolos de agua, también colegios. Ahora hemos inaugurado una escuela para 240 niños y estamos haciendo un aula en Baling para 700 y seguimos ampliando.

¿Cuáles son las mayores prioridades?
—Sin duda los niños de la calle. Normalmente. Construimos una escuela coránica en M'Bailing Senegal donde los niños no tienen acceso a la educación más básica. Algunos de estos niños son huérfanos o hijos de leprosos y acaban en las calles.

¿Cómo se puede colaborar con la ONG?
—Hay médicos voluntarios y también gente que nos conoce y realiza aportaciones económicas.    También tenemos socios. Toda la información se puede encontrar en nuestra web https://www.amigosdebuba.online El evento solidario que hacemos en el golf de Alcanada, aquí en Alcúdia es muy importante. En el último recaudamos más de 8.000 euros porque no solo es la inscripción en el torneo sino que luego nos hacen donaciones y e sortean regalos. En la última edición Rafa Nafal nos donó una raqueta. Tenemos voluntarios fijos como Enrique Llobell, premio del Consejo de Dentistas y uno de nuestros pilares angulares.   

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