Los alcaldes y alcaldesas de la Part Forana llevan años pidiendo al Consell un cambio normativo que les permita legalizar los aparcamientos disuasorios que tienen en suelo rústico y construir más en caso de necesidad. Saben que si la agencia de disciplina actuara y los precintara todos provocaría un caos en sus municipios, por lo que (aunque todos negocian en silencio) son pocos los que se atreven a lanzar un S.O.S público.
Uno de los más activos hasta ahora ha sido el alcalde de Pollença, Tomeu Cifre, que en un reciente pleno municipal criticó la «falta de flexibilidad» para atajar esta problemática e insinuó que de permitirse los aparcamientos en suelo no urbano se crearían nuevas oportunidades para instalar fuentes de energía fotovoltaica. Instaba al Govern a declarar de Interés Autonómico terrenos no urbanos con la finalidad de legalizar y crear nuevos aparcamientos disuasorios.
La declaración de Interés Autonómico no convence al Consell ni al Govern, pero Territori acaba de modificar el Pla Territorial para dar respuesta, en cierta medida, a la problemática que viven los pueblos. Opta por una fórmula muy diferente que no cubre todas las demandas. La modificación número tres del Pla Territorial permite el uso de aparcamiento en las llamadas áreas de transición que rodean el suelo urbano, siempre y cuando el suelo se destine a la creación de parques de renovables.
El Consell niega que esta modificación sirva para legalizar aparcamientos existentes. «La idea no es legalizar aparcamientos existentes sino dar respuesta a un problema patente que es la necesidad de aumentar la instalación de energías renovables», dicen fuentes de Territori. Los municipios deberán tramitar los permisos en la Conselleria de Transició Energética, ajustándose a los parámetros que establece el Pla Territorial. «Nadie se atreverá a hacerlo si no existen garantías de que no intervendrá la Agencia de Disciplina», dice el alcalde de Pollença Tomeu Cifre.
Territori no es el único que ha movido ficha. Mobilitat ultima un Pla d'Intercanvi modal que proyecta construir 30 aparcamientos en los pueblos ligados al transporte público. «Están pensados para favorecer el intercambio modal dejando el vehículo en el párking de origen para coger el transporte público», dice el conseller Ivan Sevillano. Sevillano explica que los párkings de intercambio modal permitirán añadir «otras externalidades» como pérgolas fotovoltaicas, puntos de recarga eléctrica o incluso un sistema de alquiler de bicicletas al estilo del Bici Palma.
Punto de vista
Conciencia social
Assumpta BassaPoco a poco crece la conciencia social que los centros de los pueblos y ciudades deben ser peatonales. Desviar el tráfico de los vehículos fuera del núcleo urbano se va convirtiendo en la premisa principal en el área de movilidad de los diferentes ayuntamientos. Para ello es imprescindible contar con aparcamientos disuasorios, para que los visitantes o residentes puedan aparcar fuera del centro. Para poder llevar a cabo estas infraestructuras es necesario que la administración ponga las herramientas legales necesarias.