El Ajuntament de Son Servera amaneció este domingo con una cruz pintada en la fachada que quería recordar la Cruz de los Caídos que el Consistorio serverí tumbó el pasado 21 de octubre por sorpresa.
El derribo del último gran vestigio franquista de la comarca del Llevant no fue del agrado de varios vecinos de la localidad, que defienden que estaba desprovisto de toda simbología. El malestar de algunos se plasmó durante la madrugada del domingo en la fachada de la Casa Consistorial y el equipo de gobierno no tardó en condenar el hecho. «Es una muestra de incivismo y una falta de respeto hacia el pueblo que condenamos, porque actos como este solo perjudican al municipio», según se dijo desde el Ajuntament.
El derribo de la Cruz de los Caídos de Son Servera se produjo hace poco más de una semana a las 16 horas y sin previo aviso. Una grúa de grandes dimensiones derribó el monumento en pocos minutos y se dio cumplimiento así a la ley que obliga a retirar toda la simbología franquista.
El derribo de la cruz se incluyó en el proyecto global de remodelación de mejora de las infraestructuras urbanas y de embellecimiento de la plaza de la tercera edad, donde se encontraba el monolito. El proyecto salió a exposición pública en enero de 2021 y no hubo alegaciones.