Todas la organizaciones agrarias de Baleares (Asaja, Unió de Pagesos y UPA) así como las cooperativas agroalimentarias han dado plantón a la directora general de Políticas para la Soberanía Alimentaria, Paula Valero, por «falta de diálogo y comunicación» con el sector.
Con estos términos se pronunció ayer el secretario general de Unió de Pagesos, Sebastià Ordines, por la organización por parte de la Conselleria de unas jornadas en Porreres tituladas ‘L'alimentació com a motor de canvi sostenible' donde no han contado con las asociaciones agrarias para su organización. Dos días de charlas que han sido «organizadas a espaldas del sector productor, parte muy importante de la alimentación de estas islas», reza el comunicado emitido ayer por las tres organizaciones junto a las cooperativas.
Señalan que ante la inactividad de la dirección general de Paula Valero han hecho «frente común» para reivindicar el producto local de esta tierra. «Queremos dignificar y diferenciar el producto local, y una vez hecho esto se podrán destinar recursos a su promoción. Promocionar una cosa que no tenemos identificada y que el consumidor no tienen clara, sirve de poco», apuntan.
También el gerente de Asaja, Joan Simonet, carga contra la gestión de la directora general por su falta de «comunicación con el sector». Aclara que los payeses tienen muy claro como identificar los productos locales ya que sin este apoyo la agricultura y ganadería se hunde. «Es necesario diseñar estrategias conjuntas», añade Simonet mientras recuerda que en estos dos años no se han establecido vías de trabajo y comunicación.
Los agricultores recuerdan también que existen experiencias anteriores de campañas públicas para fomentar el producto local con marcas como producte balear o producte local que fracasaron. «Conocemos los errores del pasado, no podemos perder más oportunidades», lamentan.
Recuerdan que la Conselleria de Agricultura se ha caracterizado por el diálogo y la transparencia «en todos los departamentos salvo en el de Soberanía Alimentaria». Pese a ello, destacan la importancia de la creación de una dirección general para fomentar el producto local y la necesaria regulación y un control de los productos que eviten fraudes. «Las entidades agrarias mantenemos la disposición de trabajar con la dirección general, pero en un marco de colaboración real y conjunta», sentencian.