La substitución de guardarraíles metálicos por petriles de hormigón forrados de piedra en un tramo de la carretra MA-11, entre el túnel y Sóller, ha desatado la polémica. El Consell de Mallorca procede a instalar unos muretes prefabricados en esta vía de la Serra de Tramuntana lo que inicialmente motivó una protesta del Ajuntament por considerarlos no apropiados para una vía que atraviesa el paraje natural. Esta opinión es compartida por el gremio de margers de Mallorca. Su presidente, Lluc Mir, calificó ayer de «chapuza» que se recurra a materiales prefabricados para realizar obra pública en una carretera de la Serra de Tramuntana. Según Mir, «el gremio es consciente de que no siempre se puede utilizar pedra en sec en carreteras» pero cree que hay «opciones más estéticas» como los guardaraíles de madera.
El presidente de los margers recuerda que el Consell se comprometió a que en determinadas obras públicas «un maestro marger asesorara el proyecto, algo que no se ha llegado a hacer».
Ante la protesta del concejal de patrimonio, Jaume Bestard, ayer el conseller Iván Sevillano se reunió a pie de obra con él y con el alcalde, Carlos Simarro. Según el responsable de carreteras «en este tramo la normativa no permite guardarraíles de madera, pero si los muretes no gustan pondremos de nuevo los metálicos». Según Sevillano «estos petriles son del mismo material que se usa habitualmente -hormigón forrado de piedra natural por ambas caras y acabado tipo esquena d'ase- y no sustituyen ningún muro anterior de pedra en sec».
Afirma que «si no fueran prefabricados se hubieran hecho in situ con los mismos materiales, con mayor coste y tiempo pero con mismo resultado». Por su parte el Jaume Bestard afirmó que «no teníamos la información por parte del Consell y temimos que el hormigón quedara a la vista, pero dadas las explicaciones del conseller, nos parece bien».
ARCA pide su retirada
En un comunicado, la asociación para la defensa del patrimonio ha criticado que «resulta incongruente que un departamento del Consell de Mallorca promueva el Observatorio del Paisaje y que otro dañe el paisaje con un elemento de imitación vulgar», por lo que pide «alternativas serias» y decisiones consensuadas y respetuosas con la zona.
Según ARCA, «argumentar» que se han elegido estos elementos «para ahorrar tiempo y dinero es un agravio contra los particulares que están obligados a reconstruir paredes siguiendo los cánones de la metodología, la estética y la autenticidad».
Además de pedir que se pare la colocación de estos guardarraíles, también ha solicitado que se prohíban procedimientos similares en un futuro. «No podemos perder la autenticidad, el paisaje y la historia porque unos responsables actúen sin criterio respetuoso con el patrimonio», ha manifestado ARCA. «Sentar este precedente sería muy grave», ha concluido.