Son apenas 65 agentes para vigilar los atropellos medioambientales que se producen en las cuatro islas del archipiélago. Sin embargo, se les escapan pocas. Tampoco la registrada hace unos días en una zona forestal del término municipal de Calvià, convertida en un ‘cementerio' de coches, además de vertedero de toda clase de residuos.
Tras ser denunciado el abandono de residuos y al menos media docena de vehículos en desuso, un agente medioambiental del Govern se desplazó hasta la mencionada zona boscosa, de propiedad privada para levantar acta de las irregularidades que allí se estaban dando lugar.
Tras la inspección, se instó a los propietarios de las parcelas donde se ubicaba el ‘concesionario' de coches arruinados a limpiar la zona de inmediato. La propiedad accedió casi de inmediato y procedió al cabo de unos días a la retirada de los vehículos en desuso y otros residuos.
Asimismo, se recordó a los infractores que el desmantelamiento del vertedero de maquinaria debía hacerse bajo el control de un gestor autorizado de residuos que certificara que toda la retirada se había ejecutado conforme a la normativa y el espacio forestal restituido a su estado natural.