Un dron dotado con un sistema de detección de calor vigilará este sábado, ‘revetlla' de Sant Antoni, el municipio de Son Servera para controlar, de forma aérea, la celebración de fiestas ilegales, evitar las aglomeraciones o el encendido de foguerons de manera clandestina. Tras las restricciones sanitarias decretadas esta semana, en las que el Govern prohibió todos los actos festivos, el Ajuntament de la localidad ha tomado medidas para garantizar el cumplimiento de la normativa y prevenir los contagios del coronavirus.
Año tras año el municipio vive con intensidad esta festividad y los diferentes actos tradicionales como el primer ball, canvi de murta o los foguerons, son multitudinarios. Desde el Ajuntament se ha pedido a los serverins que se respeten las prohibiciones y que se celebre Sant Antoni desde sus casas. Con la puesta en marcha de este dispositivo, con su sistema de calor y con la cámara nocturna, se podrá llegar hasta los rincones más escondidos.
Hace unas semanas l'Obreria de Sant Antoni, junto con el Ajuntament anunciaron la suspensión de la programación de las fiestas a causa de la situación actual y animaron a los vecinos a adornar calles y fachadas con elementos propios de esta celebración como las banderas o pañuelos.
La Policía Local de Son Servera ha incorporado a su unidad este dron y una de las primeras actuaciones será el control de aforos esta noche para que nadie pueda burlar la ley. Se trata de un aparato industrial portátil que está equipado con potentes cámaras térmicas y visuales para hacer operaciones de seguridad y salvamento.
Tecnologías
El regidor de Policía, Sergio Valbuena, explicó que «el dron será una unidad más de la Policía y supone un avance en el aprovechamiento de las nuevas tecnologías para ponerlas al servicio de la ciudadanía. Desde el ayuntamiento creemos que será de gran ayuda a la labor de nuestra policía». Según explican desde el departamento de Policía «el dron navega a través de entornos complejos con un potente sistema de propulsión que emite muy poco ruido y ofrece un vuelo de 31 minutos y una velocidad máxima de 72 kilómetros por hora. También cuenta con un doble sensor de cámara de vídeo».
Este tipo de aparato está especialmente indicado para las operaciones propias de la policía como el control de tráfico, búsqueda de accidentes, detección de irregularidades urbanísticas y emergencias.
Valbuena considera que «con esta incorporación se mejorará la labor de vigilancia de la policía ya que permitirá una respuesta más rápida, supondrá un menor riesgo para los agentes y posibilitará más cobertura y acceso a lugares complicados».