Nuevo cambio en el equipo de gobierno del Ajuntament de Llucmajor. Tras meses de negociaciones al fin se ha sellado un acuerdo que devolverá al Consistorio la mayoría absoluta. El PP y el PI han cerrado filas para «asegurar la gobernabilidad del municipio». El alcalde popular, Éric Jareño, anunció ayer que el único regidor del PI, Bernadí Vives, se integra en el equipo de gobierno para gestionar el área de Manteniment Urbà y Entorn. Una incorporación motivada para dar «estabilidad» al gobierno que ahora estará formado por once regidores: 5 del PP; 2 de Ciudadanos; los dos ex regidores de Vox, 1 de Asi y uno del PI. En la oposición quedan diez regidores (PSOE, Més, Llibertat Llucmajor y Unidas Podem).
Tras el resultado de las pasadas elecciones, con la gran fragmentación política y con la entrada de nueve partidos en el Consistorio, la gestión municipal ha sido muy complicada. A lo largo de esta legislatura se han producido diferentes cambios. El 1 de julio el alcalde destituyó a los dos ediles de Llibertat Llucmajor quedando tan solo con ocho ediles regidores en el equipo de gobierno. Posteriormente, el 7 de octubre, incorporó los dos ex regidores de VOX. Ahora comienza una nueva etapa, de nuevo con mayoría, con el objetivo, según Jareño, de «sumar esfuerzos para trabajar para los ciudadanos».
El nuevo pacto se ha firmado entre el PP y el PI con una serie de acuerdos y compromisos. Entre otros, gobernar en la búsqueda del bienestar de las personas o impulsar la reactivación económica del municipio.
Vives, que fue alcalde en la pasada legislatura con el apoyo de PSOE y Més, destacó que «es un pacto de coherencia y de fidelidad con los llucmajorers. La situación actual es muy delicada y las decisiones necesitan de una cierta agilidad». El regidor de el PI justificó su entrada en el gobierno porque la situación ha cambiado respecto al inicio de la legislatura. «Inicialmente había un partido de extrema derecha que pactó con el PP, que era VOX y ahora ya no está, y luego está el cese de Llibertat Llucmajor del gobierno. La foto del Consistorio ahora ya no es la misma», explica. Por su parte, el alcalde agradeció «el acto de responsabilidad de Vives en un momento de crisis sin precedentes. Siempre han estado a la altura». A su vez, Jareño aseguró que «contaremos con la experiencia de este edil y además intentaremos obtener en las decisiones importantes una mayoría incluso más amplia».
El alcalde dijo que a la hora de pactar no ha habido líneas rojas. Vives explicó que «la salud es el tema prioritario pero hemos pedido también que se respete la normativa lingüística que tiene el Ajuntament desde hace más de veinte años. Hay que dar prioridad a la lengua propia».
El alcalde reconoció que «ha sido una situación difícil. Con este apoyo queremos que todas las cosas puedan salir adelante».
Este pacto no ha contentado a todos. Así la asociación juvenil de el PI se han posicionado en contra. En un comunicado exponen que «el hecho de compartir gobierno con dos regidores electos en listas municipales de la extrema derecha es incompatible con los valores que han definido la actuación de el PI».