La decisión del Consejo de Ministros de la Unión Europea de reducir el esfuerzo pesquero de las barcas de bou para el año que viene ha indignado al sector insular. La medida supone que las embarcaciones de arrastre reducirán los días de faena en un 7,5 % lo que supone, según explican desde la Federació Balear de Confraries de Pescadors, que dejarán de trabajar doce días al año.
A esta limitación se le debe añadir la que ya tienen actualmente: las paradas obligatorias un día a la semana entre los meses de enero a mayo.
El gerente de la Federació, Antoni Garau, explica que las diferentes federaciones de pescadores del Mediterráneo occidental se oponen a la medida ya que supondrá ahogar la actividad económica del sector. «La negociación del Ministerio español ha sido un fracaso», asegura Garau mientras recuerda que la posición del Gobierno central, el gobierno autonómico y del propio sector de pescadores era no poner más restricciones para el año que viene. «Dificultan que la actividad de estas barcas sea viable», lamenta. Garau considera que «la decisión se ha tomado sin suficiente información científica y sin tener en cuenta las afectaciones de la pandemia». Desde la Federació explican que para garantizar una actividad mínima rentable, las barcas deberían poder salir a faenar unos 200 días al año aunque actualmente salen a la mar unos 180 días. Esta nueva limitación pone en jaque a la actividad.
Garau considera que la decisión europea ha sido un acuerdo político, no técnico «para contentar algunos intereses», recalca. Pese a ello, confían que se emprendan medidas para poder permitir la viabilidad de las embarcaciones de Baleares.