La piscina climatizada municipal de Lloseta ha reabierto sus puertas este mes de diciembre tras permanecer nueve meses cerrada, desde la declaración del estado de alarma y el confinamiento, en marzo. Los usuarios que han podido regresar al complejo deportivo se han encontrado con unas instalaciones renovadas y prácticamente irreconocibles, después de que el año pasado se hubieran registrado las quejas de sus más de 1.300 usuarios de toda la comarca por el mal estado de conservación de la piscina y de los vestuarios; una situación que entonces impulsó al Ajuntament a pensar en su privatización, al no poder asumir el coste de las reparaciones necesarias.
«Lo hemos podido hacer porque mucha parte del trabajo lo ha realizado la brigada municipal y el personal del recinto deportivo; reconozco que estaba en malas condiciones y hemos luchado para que siga siendo pública pese a la situación actual», apunta el concejal de Deportes, Llorenç Guardiola (PSOE).
Además de reparar las baldosas e inyectores, se han mejorado los vestuarios con cuatro sistemas de extracción de aire que evitarán la condensación. También se ha niquelado el tubo central de ventilación, se ha reparado el jacuzzi que llevaba años estropeado y está previsto incorporar maquinaria nueva en el gimnasio.
Nuevo sistema de reservas con cita previa
La reforma de la piscina y el gimnasio se ha realizado durante los dos últimos meses, a la vez que el Ajuntament y el coordinador del recinto diseñaban un sistema para adoptar las restricciones debido a la COVID-19. Los usuarios deben reservar el uso de un carril o bien el gimnasio con cita previa durante una hora como máximo, de lunes a viernes de 7.00 a 22.00 horas y sábados de 8.00 a 14.00 horas.