Al igual que ya lo hicieron los municipios de Sineu o Campos, las localidades de ses Salines y Son Carrió han anunciado la suspensión de sus ferias a causa de la crisis sanitaria provocada por la COVID-19 y del estado de alarma.
El alcalde de ses Salines, Juan Rodríguez, anunció la suspensión de la feria, que se tenía que celebrar el 1 de mayo, y también de todos los actos de Sant Jordi, evidentemente, a causa de la prórroga del estado de alarma. «Esta es una noticia que como alcalde no tenía previsto darla nunca, pero no nos queda más remedio que anunciar que ni los actos de Sant Jordi ni la feria de ses Salines, y ni siquiera la feria de la Sal i Salaons, se podrán llevar a cabo este año», según palabras de Rodríguez.
El alcalde añadió que «hemos hecho mil y un pensamientos y hemos esperado buenas noticias hasta el último minuto, pero debido a las causas que todos conocemos no nos queda más remedio que suspender todos los actos previstos para estas fiestas. Ahora no nos queda otra que pensar en positivo y pensar que la feria del año que viene la viviremos más intensamente».
Desde el Ajuntament de San Llorenç también anunciaron la suspensión de la XXVIII Fira Ramadera de Son Carrió a causa de la crisi de la COVID-19, las prórrogas del estado de alarma y la incertidumbre de poder celebrar actos multitudinarios. La feria se tenía que celebrar el próximo 10 de mayo.
Desde el Ajuntament informaron que «esta medida se toma como medida de protección de la ciudadanía, de los visitantes, también de los comerciantes, que vienen cada año, y desde la responsabilidad de preservar la salud y la seguridad de todos».
El delegado de Son Carrió en el Ajuntament, Jaume Bassa, afirmó que «no ha sido una decisión fácil pero desde el punto de vista objetivo creemos que no hay otra opción», que lanza un mensaje esperanzador: «Con el tiempo, volveremos a ocupar calles y plazas y volveremos a disfrutar de la familia y amigos».