Este año, por primera vez en la historia del municipio, Santa Maria no disfrutará de su Fira, una cita que estaba previsto celebrar el próximo domingo 26 de abril, justo el día que puede finalizar el decreto de alarma decretado por el Gobierno.
El Ajuntament de Santa Maria anunció este miércoles que ha tomado esta decisión para «continuar las medidas de precaución en la estrategia de contención del contagio del COVID-19».
Sin precedentes
La Fira de Santa Maria, que se celebra cada año el mes de abril, es una cita multitudinaria, con una amplia muestra de animales, maquinaria agrícola, artesanía, así como los puestos habituales del mercado dominical, ahora también suspendido en cumplimiento del decreto del Estado. Aunque el próximo día 26 está previsto que se levante el confinamiento obligatorio, probablemente se mantengan restricciones sobre las aglomeraciones de gente, algo que suele ocurrir en esta feria, una de las más destacadas del Raiguer.
El alcalde de Santa Maria, Nicolau Canyelles, reconoce que «ha sido una decisión muy difícil de tomar porque nunca antes se había suspendido la Fira, ni siquiera durante la Guerra Civil, pero no queda más remedio». Además del sinsabor que supone para los residentes, anular la feria tiene notables repercusiones económicas para muchos negocios locales, como bares, restaurantes y bodegas.