Son Servera cuenta con nuevos radares, ubicados en los accesos principales al núcleo urbano y en los puntos más críticos del municipio, con el objetivo de analizar y estudiar el tráfico dentro del pueblo y a la vez mejorar la seguridad ciudadana en las calles. Tienen un efecto pedagógico que es sensibilizar y concienciar a la sociedad de la necesidad de circular con prudencia y cumplir con los límites de velocidad establecidos.
La regiduría de Mobilitat, hace unas semanas, decidió la instalación de dos radares , uno en la avenida Joan Servera Camps, en la entrada de Cala Millor, y otro en la calle de Ciutat, a la entrada del pueblo desde Sant Llorenç.
Funcionamiento
Los radares se encienden por colores dependiendo de la velocidad a que se circula: verde si el vehículo circula a una velocidad igual o superior a la permitida; rojo si la supera un poco y aparece la señal de peligro cuando la velocidad es muy superior a la permitida. Según explica el regidor de Mobilitat, Sergio Valbuena, «es una buena medida para garantizar y mejorar la seguridad en el municipio».
Gracias a estos aparatos se van a hacer estudios del tráfico. El edil apuntó que «no tienen una finalidad sancionadora, sino la de sensibilizar a la población que hay que circular con prudencia y respetar los límites».