Alcúdia y sa Pobla estudian abrir una vía alternativa para sortear las trabas que tienen los ayuntamientos para disponer del dinero del superávit –el que han logrado ahorrar cada año– para hacer inversiones, debido a las limitaciones impuestas por el Gobierno central con la Ley de Estabilidad Presupuestaria y Sostenibilidad Financiera, conocida popularmente como Ley Montoro.
El Ajuntament d'Alcúdia, que tiene acumulados 87 millones de euros de superávit, está dispuesto a hacer un préstamo al Ajuntament de sa Pobla, que tiene un déficit de tres millones, de modo que el segundo pueda disponer de dinero para dejar a cero la deuda municipal que arrastra y poder realizar inversiones.
Beneficio mutuo
Esta fórmula, en la que ya trabajan los alcaldes, secretarios e interventores de ambos municipios, está pendiente de solicitar una autorización del Ministerio de Hacienda, para después determinar las condiciones de devolución del préstamo, que en todo caso serían «mucho más flexibles que las que nos imponen tanto los bancos como la Ley Montoro», apuntan fuentes municipales.
Los alcaldes de sa Pobla y Alcúdia, Llorenç Gelabert (PI) y Bàrbara Rebasssa (PSOE) (que guardan un cauteloso silencio sobre los detalles de la operación) se reunieron ayer en Alcúdia para ultimar las cuestiones técnicas. Con la operación el Ajuntament d'Alcúdia podría ahorrarse una parte de los intereses que las entidades bancarias les cobran a lo consistorios a partir de este año por custodiar el dinero que la Ley Montoro les impide gastar y que rondará los 400.000 euros en 2020 (un cinco por ciento del total del dinero inmovilizado en el banco). Con esta salida, que surgió a iniciativa «medio en broma» del alcalde de sa Pobla en una conversación con la alcaldesa de Alcúdia, se abre una vía a la que podrían acogerse ayuntamientos de toda España.
Cabe tener en cuenta la gran diferencia de recursos que existe entre los municipios grandes y sobre todo, los turísticos, con los pueblos pequeños de interior, con menos fuentes de ingresos.
Solo en la comarca, Inca cuenta con 20 millones de superávit; Pollença con 26; Santa Margalida, con 16 y Alcúdia lidera el ranking con 87 millones inmovilizados en el banco, mientras que sa Pobla arrastra un déficit de tres millones de euros.
No es la primera vez que Alcúdia utiliza parte de su superávit para adelantar dinero a otras administraciones públicas para hacer inversiones. La ampliación de la planta depuradora de Alcúdia y la construcción de la nueva escuela, son dos precedentes que podrían ayudar a dar viabilidad a este nuevo resquicio legal. En ambos casos el Ajuntament adelantó el dinero para la construcción de las infraestructuras, dinero que les devuelve el Govern en varias anualidades.