La presidenta de la junta local del PP de Búger, Cati Alemany, y los siete miembros de su ejecutiva dimitieron el viernes en bloque, tal y como ocurrió este lunes en Andratx. El portavoz del grupo municipal, Rafel Reus (vocal en la junta por derecho como cargo electo), es el único que no ha presentado su renuncia.
El PP regional no ha tramitado formalmente las bajas a la espera de que los ‘disidentes' se reúnan con el secretario general del PP, Toni Fuster, a más tardar en un plazo de dos semanas. Fuster quiso ayer desvincular la situación de crisis que vive la junta de Búger del caso de Andratx. Cabe recordar que el PP de Andratx rompe con el PP regional por su «falta de apoyo».
En Búger, Fuster asegura que «no se da una situación de no entendimiento entre la junta local y Palma (que tienen una relación muy buena), sino una situación complicada por el tema del ‘pacto' (que no fue tal) por el que fue investido un alcalde de Més con el voto del PP, y después se han aprobado los presupuestos del nuevo alcalde del PSOE».
Cabe recordar que el pasado mes de junio Pep Lluís Pons (Més) fue elegido contra todo pronóstico alcalde de Búger con el voto del portavoz del PP Rafel Reus, pese a que Pere Torrens (independiente en las listas del PSOE) fue el candidato más votado en las urnas.
Reus dijo que no había recibido directrices del partido sobre a quién debía votar y consideró que Pep Lluís Pons (Més) era un «mejor alcalde» para Búger que Pere Torrens (PSOE).
Algunas fuentes apuntaban ya entonces a que Reus votó al alcalde de Més porque sospechaba de un boicot dentro de su propio partido, que habría desviado intencionadamente parte de su voto hacia el PSOE para evitar que Més fuera la lista más votada y gobernara en minoría.
Tras la investidura de Pons (Més), los dos concejales del PP local recibieron la orden de Palma de impedir con su voto la aprobación de los Presupuestos de 2018 y de una dedicación exclusiva para Més. Reus y Capó acataron la orden y Pons renunció a la Alcaldía días después.
Pere Torrens (PSOE) es ahora el alcalde de Búger en minoría. Consiguió aprobar su dedicación exclusiva y los Presupuestos de 2018 con el voto de Reus que acató las órdenes del PP regional. Aún así, algunas fuentes dicen que la renuncia en bloque de la junta es una ‘medida de presión' para forzar la expulsión de Reus.
El secretario general de los ‘populares', Toni Fuster dijo este miércoles: «Tenemos que sentarnos a hablar, pero nuestra posición es que el PSOE ha ganado las elecciones y tiene que gobernar».
Preguntado sobre por qué el PP no hace lo mismo en Campanet, donde dio la Alcaldía al PSOE siendo Més la lista más votada, Fuster dice que «son personas diferentes y circunstancias diferentes».