Varios vecinos y bañistas de la zona de sa Ràpita y es Trenc han denunciado la aparición este jueves por la mañana de varios grafitis en primera línea del mar. Las pintadas han tomado algunos de los nidos de ametralladoras que se instalan a pocos metros de la orilla.
Ha sido uno de los temas de conversación de la mañana en esta concurrida zona del litoral mallorquín. Algunas de estas construcciones bélicas se rehabilitaron primero, eliminando la suciedad que se acumulaba en su interior, y se reorientaron con intervenciones artísticas después, para aportar a su presencia sobre la arena un valor estético más. «Pero esto no es estético ni admisible» apuntaba un vecino de Campos plantado, mirando las firmas con estupor.
Para algunos es arte urbano. Para otros vandalismo. Lo cierto es que ya son diversas las voces que piden al Ajuntament de Campos que tome cartas en el asunto, aunque la Demarcación de Costas también tiene algo que decir del tema.
Los nidos de ametralladoras d'es Trenc han sido objeto este mismo verano de otro tipo de pintadas, en este caso de componente reivindicativo y político, virtiendo mensajes antiturísticos sobre su superficie encalada.
Aunque muchos sostienen que fueron creadas para defender la posición del litoral mallorquín durante la Guerra Civil, lo cierto es que estas construcciones se erigieron algo después, temiendo que las Islas se convirtieran en escenario de la II Guerra Mundial y con el fin de repeler un posible desembarco aliado que a la postre nunca llegó.
Durante largo tiempo fueron abandonados e ignorados. Muchos de ellos dañados y derrumbados, hasta que se consideró que tenían un valor patrimonial e histórico que debía ser preservado.