«La celebración del Corpus de Pollença no es un circo, una fiesta ni un espectáculo, sino un acto litúrgico (misa y procesión) en el que se llevan a cabo unas danzas rituales, las de las Àguiles y Sant Joan Pelós». Basándose en esta premisa, el rector de Pollença, Francesc Vicens, argumenta ante la Conselleria d'Agricultura i Medi Ambient que la procesión de las Àguiles no está afectada por la nueva ley de protección animal conocida popularmente como ley de toros ‘a la balear' y, por tanto, Sant Joan Pelós podrá seguir portando un corderillo vivo en su zurrón este año.
No obstante, el rector mantiene su disposición a celebrar la fiesta del próximo domingo bajo la supervisión de un veterinario que, actuando como un perito independiente, determine sin ninguna sombra de dudas si los bailes de Sant Joan Pelós causan o no sufrimiento al animal, tal y como denuncian los animalistas.
«Aunque haya gente que así lo interprete, no consideramos el Corpus como una fiesta sino como una manifestación de religiosidad que como tal está protegida por la ley de libertad religiosa 7/1980 del 5 de julio que garantiza la práctica de actos de culto y recibir asistencia religiosa de la confesión propia y conmemorar las festividades», dice el rector.
Vicens registró este miércoles en la oficina de Agricultura en sa Pobla el escrito de alegaciones contra la prohibición emitida por Agricultura a raíz de una denuncia de los animalistas. Espera una respuesta.