Un total de 6.855 plántulas de olmos, álamos, endrinos y vica han sido sembradas entre enero y febrero en el Parque Natural de s'Albufera de Mallorca con el objetivo de recuperar el bosque de ribera, un ecosistema que se desarrolla cerca de masas de agua y que es característico del Mediterráneo.
Esta mañana, la vicepresidenta y consellera de Innovación, Investigación y Turismo, Bel Busquets y el conseller de Medio Ambiente, Agricultura y Pesca, Vicenç Vidal, han visitado la zona donde se ha llevado a cabo la plantación, en un proyecto que ha costado 59.282 euros, financiados con la recaudación del impuesto de turismo sostenible, ha informado el Govern en un comunicado.
Entre las plántulas sembradas, destaca una de las especies forestales presentes en los ambientes de ribera y que más presencia tenía históricamente a las islas como es el olmo (Ulmus minor), un árbol que ha sido fuertemente afectado por la enfermedad de la grafiosis, que ha acabado en toda Europa con millones de ejemplares.
Durante los ochenta y noventa, esta enfermedad fúngica provocó la muerte de la práctica totalidad de las poblaciones peninsulares y de Baleares de olmos, hecho considerado como una verdadera pandemia vegetal.
El proyecto de replantación es una respuesta a la grave degradación de la vegetación de ribera y de los olmedos y lo ha llevado a cabo la Conselleria de Medio Ambiente, Agricultura y Pesca con la colaboración del Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente.
El conseller Vidal ha destacado que el bosque de ribera «es uno de los ecosistemas más singulares de las Islas Baleares y del Mediterráneo en general».
«Estas formaciones vegetales, constituidas especialmente por especies caducifolias, han ocupado los alrededores de los cursos fluviales y de agua dulce de torrentes, ramblas, balsas, embalses y albuferas, y generan unas funciones ambientales y ecológicas muy importantes, como son la regulación los acuíferos, el incremento de la biodiversidad o la mejora de la calidad paisajística, entre otros», ha explicado.
El conseller ha recalcado el doble objetivo del proyecto de plantación: «recuperar biodiversidad, pero también paisaje».
Busquets ha valorado que el proyecto ha implicado a diferentes administraciones y que haya contado con 59.282 euros financiados por el impuesto de turismo sostenible, una tasa que «trata de generar una prosperidad compartida», y que a partir el turismo revierte «en proyectos que ponen en valor la naturaleza y el medio ambiente».
Las principales especies que se han plantado han sido álamo blanco o chopo (Populus alba), endrino (Prunus spinosa), vinca (Vinca difformis) y olmo (Ulmus minor).
Cada plántula se ha protegido con un protector de tipo invernadero para evitar los daños de los pequeños herbívoros y garantizar su supervivencia. Además se ha cerrado el perímetro de la plantación con malla de 1.882 metros lineales, en zonas donde se gestiona la vegetación natural con rebaños.
El Ministerio ha contribuido al proyecto mediante la cesión de los 600 olmos de distintos genotipos resistentes a la grafiosis, que se han sumado a otros 100 cedidos ya en 2016 para su plantación de manera experimental.
Ante la gravedad de la grafiosis del olmo, se han desarrollado varios programas a escala europea para la «Conservación de los recursos genéticos del olmo».
El Ministerio de Medio Ambiente inició en 1986 el «Programa nacional de conservación y mejora de los recursos genéticos de los olmos ibéricos», con la Universidad Politécnica de Madrid, para recuperar las funciones ecosistémicas de los olmedos.
Entre los resultados de más de 30 años de actividad del programa se incluye la consecución de siete clones tolerantes a la grafiosis, mediante la selección de cerca de 500 genotipos de olmo común procedentes de toda la geografía peninsular y de Baleares que han sido resistentes a la enfermedad.
Después de años y de numerosos ensayos de inoculación de la enfermedad en árboles aparentemente resistentes, estos siete clones de olmo pueden ser destinados como material forestal de reproducción en la restauración de las poblaciones naturales. El programa es pionero en la conservación y mejora de los olmos a escala internacional.