Pasadas las fiestas de Semana Santa (a principios de abril), la velocidad máxima permitida para los vehículos en el centro de Inca será de 30 km/h con el objetivo de dar más protagonismo a los peatones y facilitar el uso de bicicletas.
Esta es una de las medidas que se impulsan desde el área de Policía Local que gestiona la regidora Antonia Triguero. La edil explica que ya se han instalado reductores de velocidad en la carretera de Lloseta y en la calle Mandrava y la próxima semana también se colocarán en el camino de sa Creu.
Con estas iniciativas, el Ajuntament d'Inca quiere incentivar que los conductores dejen los coches en los aparcamientos disuarios que se habilitarán en diferentes entradas de Inca. «Ahora estudiamos la posibilidad de también implantar el servicio de bicicletas de alquiler. La idea es poner varios puntos de bicicletas para facilitar que los usuarios las utilicen para acceder al centro», según Triguero.
Por otra parte, esta semana también se pondrá en marcha la segunda rotonda en pruebas en la avenida Jaume I para facilitar el tráfico en la zona del colegio Sant Francesc.