Pasadas las diez y media de este jueves, la plaça d'Espanya de Inca se convertía un año más en el escenario de la inauguración del Dijous Bo. Autoridades de todas las instituciones de Mallorca, encabezadas por el alcalde de Inca, Virgilio Moreno, abrían el recorrido oficial con un paseo en el que no ha pasado desapercibido el destacado dispositivo de seguridad previsto para toda esta jornada.
Aunque el Ajuntament había previsto la visita de unas 150.000 personas, la cifra se rebajó hasta las 120.000 personas. En años anteriores, las estimaciones alcanzaban las 200.000 personas.
Esta sensación de menos visitantes se notó durante todo el día por las principales calles de Inca. Aunque la imagen era de ríos de gente paseando, se podía caminar con cierta tranquilidad y sin padecer grandes aglomeraciones. De hecho, el dispositivo de seguridad previsto por el Ajuntament d'Inca se organizó con la previsión de 100.000 personas. Alrededor de 300 agentes de la Policía Local, Guardia Civil y Protección Civil velaron por el buen funcionamiento de la gran feria, en la que no se registraron incidentes graves.
Desde primera hora, los más de 600 expositores instalados por las principales vías recibieron a decenas de miles de ciudadanos, entre ellos muchos turistas, que no han perdido detalle de la multitud de oferta de muestras y actividades previstas. A las diez en punto, las puertas del Ajuntament de la ciudad fueron el escenario escogido para la recepción de autoridades. El alcalde Virgilio Moreno hizo de anfitrión y saludó a sus compañeros políticos. Entre los asistentes cabe destacar la presencia, por parte del Govern, de Pilar Costa (que excusó a la presidenta Francina Armengol, que no asistió al encontrarse enferma), Patricia Gómez, Fanny Tur o Vicenç Vidal. Por parte del Consell asistieron Cosme Bonet, Francesc Miralles, Mercedes Garrido y Jesús Jurado, además de varios directores generales y directores insulares. Del PP estuvieron el presidente del partido, Biel Company; el ex alcalde de Inca Pere Rotger, la diputada Margalida Prohens y los ediles de la ciudad encabezados por su portavoz, Rafel Torres, entre otros.
El tiempo sin duda ha acompañado para disfrutar de la visita de la feria, que este año recupera la Muestra Marinera con una gran exposición de embarcaciones y diversos talleres. El mercado tradicional extendido en las vías principales acoge también demostraciones de trabajos de campo y antiguos oficios, y comparte protagonismo con la muestra de comercio, de la ensaimada, de maquinaria agrícola, entre otras. No obstante, uno de los puntos más detacados es la exposición ganadera en la plaça de El Bestiar, donde la muestra animal hace las delicias sobre todo de los más pequeños, que en esta jornada también son grandes protagonistas.
Las ventas no han sido abrumadoras, pero los comerciantes insisten en la importancia de estar presentes en el Dijous Bo porque es un gran escaparate. Los puestos que han tenido más éxito fueron los gastronómicos.
La feria de las ferias de Inca demuestra un año más que es una de las citas imprescindibles del otoño.