El Consell de Mallorca ha autorizado el refugio de fauna de Son Rullán, en Bunyola, con una extensión de 13 hectáreas donde no estará permitido cazar, con lo que la isla suma 68 espacios con esta calificación.
Con el declarado la semana pasada en Bunyola, son tres los nuevos refugios promovidos por el GOB y propietarios en lo que va de año y otros dos están en tramitación, ha informado la organización ecologista en un comunicado.
De los 68 que existe en Mallorca, 49 de los refugios de fauna los ha promovido el GOB y le resto son fincas públicas.
El GOB impulsa la declaración de refugios de fauna desde hace más de tres décadas, con el objetivo de conseguir aumentar la superficie donde no se caza en Mallorca, por tratarse de un territorio con «una densidad de caza altísima, con aproximadamente 16.000 licencias, lo que triplica la media estatal por unidad de superficie», según la entidad.
La organización verde considera necesaria «la existencia de zonas donde la fauna no sufra los impactos que genera la práctica cinegética».
Coincidiendo con la llegada estas últimas semanas a las islas de la población invernante de tordos, la especie más abatida en Baleares, y que supone una intensificación de la actividad cinegética, el GOB ha animado a los propietarios de fincas a declarar nuevos refugios de fauna, y ha ofrecido su asesoramiento y colaboración.
Para que un espacio pueda ser declarado refugio de fauna, es necesario que ocupe una superficie mínima de 10 hectáreas (14 cuarteradas), que pueden pertenecer a uno o más propietarios, siempre que haya continuidad entre las diferentes parcelas.
La mayoría de refugios que ha impulsado el GOB en los últimos años están formados por varias parcelas (en algún caso más de 50) de diferentes propietarios que se ponen de acuerdo para evitar la caza en su propiedad.