Ofrecer una posibilidad a aquellas personas que tienen más difícil acceder al mercado laboral es el objetivo. El Ajuntament de Sant Llorenç habilitará 42 huertos urbanos para poner en marcha un proyecto de formación e inserción socio laboral para personas en riesgo de exclusión social. Las parcelas se encuentran ubicadas en las inmediaciones del Auditori de sa Màniga en sa Coma.
Se trata de un curso de 390 horas que va dirigido a mujeres y hombres en paro, de cualquier nacionalidad, que se encuentren en una situación difícil para encontrar trabajo, que tengan un nivel de estudios de grado medio o inferior y que quieran ampliar sus conocimientos para mejorar su situación sociolaboral. La idea es que desde el Institut Mallorqui d'Afers Socials puedan aportar los monitores y técnicos para llevar a cabo estos cursos. Para poder crear estos huertos, el Ajuntament ha contratado a tres parados de larga duración y en un plazo de seis meses estarán en disposición de poderse cultivar. Asimismo, el Consistorio pondrá a disposición de los vecinos de sa Coma alguno de estos huertos para que también puedan cultivar un trozo de tierra.
Zona costera
La regidora de Benestar Social, Maria Galmés, explicó que «en la zona costera tenemos una situación de déficit de recursos y, por tanto, los tenemos que crear nosotros y esto es lo que hacemos ahora. No hay ninguna academia de formación y es necesario desplazarse hasta Manacor, además de tener un transporte público deficiente».
Por todo ello, desde el Ajuntament se ha optado por dar la formación en agricultura sostenible y respetuosa con el medio ambiente, respetando los ciclos naturales de la agricultura, al ser conscientes del envejecimiento de la población agrícola tradicional. «Ahora no hay relevo, y la capacidad profesional de este sector puede provocar una dignificación social del medio rural y una revalorización del patrimonio», destacó Galmés.
El técnico y responsable del área de Serveis Socials Joan Toni Salas apuntó que han valorado la experiencia de otros municipios. «Ajuntaments como el de Manacor o Artà han llevado a cabo experiencias semejantes y nosotros lo que haremos será adaptarlo a nuestra realidad».
De esta manera los que reciben una renta social o una renta mínima de inserción podrán participar en estas actividades y formarse en el sector.