El santuario de Gràcia, en Llucmajor, permanecerá cerrado de manera indefinida. Las lluvias de estos últimos días han provocado el desprendimiento de parte de la zona del aparcamiento y con ello el consecuente peligro de hundimiento de buena parte de la explanada que conforma toda la zona.
El cierre se ha acordado tras la visita estos días de distintos técnicos al santuario para analizar la situación. La pared de contención de la explanada, construida en marès, ha cedido en parte afectando a la acera. A la vez, en medio del área de párking que también sirve como acceso al santuario ha aparecido una importante grieta que hace temer por la estabilidad de toda la zona.
El santuario es propiedad del Obispado de Mallorca y es el rector de Llucmajor, mossèn Eugeni Rodríguez, quien señala que «se trata de una situación muy grave». Reconoce que para solventar de manera definitiva el problema «estaríamos hablando de mucho dinero».
Por su parte, el alcalde de Llucmajor, Bernadí Vives, también visitó el santuario y señaló que «será una obra de bastante envergadura. Se trata de una zona de relleno, sin roca, que cede y se va hacía abajo».