El Ajuntament de Santa Margalida ordenará próximamente a la propiedad de Destilerías Fuster que rehabilite el complejo. Lo hace después de recibir quejas de los vecinos, que han denunciado que «la degradación» que la antigua fábrica de licores viene padeciendo de unos años a esta parte la han convertido en «un foco de infección» peligroso.
El complejo está protegido como Bien Catalogado. Es uno de los escasos ejemplos de arquitectura industrial en Santa Margalida y tiene un interés patrimonial evidente.
La herencia de Feliciano
El complejo de Destilerías Fuster es propiedad en la actualidad de la Asociación de Madres de Discapacitados de Balears (Amadiba), la entidad social a la que el industrial Feliciano Fuster Jaume lo legó. Su testamento señalaba que el complejo debía acoger un centro sociocultural y que de no ejecutarse debía pasar a manos del Ajuntament.
Al acceder a la Alcaldía, Joan Monjo anunció que «haré cumplir la voluntad de Feliciano Fuster para con los margalidans», de lo que se deduce que reclamará la propiedad de la destilería para el Ajuntament si Amadiba no la convierte en equipamiento sociocultural.
Por su parte, Amadiba ha manifestado públicamente su disposición a alcanzar un acuerdo con el Consistorio viler.