El pueblo de Binissalem ha dado este sábado el pistoletazo de salida a las celebraciones de las fiestas del Vermar y lo ha hecho con la multitudinaria batalla de uva en la que han participado alrededor de mil personas que se han lanzado 9.000 kilos de este fruto.
Durante el transcurso de la mañana, los jóvenes de la localidad se han ido uniendo al Voltant voltant, un pasacalles popular que sirve para calentar motores antes del chupinazo.
Tras el popular acto, los asistentes se trasladaron hasta un solar cercano al polideportivo donde se produjo la batalla. Las montañas de uva quedaron reducidas a nada y los racimos volaron durante cerca de una hora. Como novedad de este año se instalaron dos piscinas con los restos de la uva que queda tras el mosto y se utilizaron cerca de 4.000 litros de agua tintada de rojo y que simulaba ser vino.
Para el acto principal de la XVII Festa dels Trepitjadors (así se llama la celebración) se trajeron las nueve toneladas de uva desde la Península. Desde la organización que corre de la mano de la Associació Joves des Trui de Binissalem se informó que el fruto que se utiliza no se puede consumir ni utilizar para hacer vino puesto que está a punto de caducar. Este hecho ayuda a que el coste de los racimos sea más barato.