A partir de este miércoles cambian algunas rutas de los servicios de autobuses en la Isla. Además del incremento de frecuencias propio de la temporada turística, se producen algunas modificaciones en las líneas de Bunyola, Marratxí y Lloret con el objetivo de «hacer más competitivo el transporte público frente a los vehículos privados», según señala el director-gerente del Consorci de Transports de Mallorca, Maarten van Bemmelen (foto circular).
Van Bemmelen añade que estos son los primeros pasos para afrontar toda una planificación del transporte por carretera que hay que tener en cuenta ya de cara a la renovación de las concesiones que tendrá lugar en 2019. Asím, la línea 220, que enlaza Bunyola con Palma, cambia y se simplifica para reducir el tiempo que emplea en el trayecto, actualmente de 50 minutos. Con la nueva planificación pasaría a durar unos 15 minutos menos. Se elimina el paso de la línea por el hospital Joan March, que ahora tendrá un enlace directo con la Estació Intermodal a través de la línea 302.
La L-220, en lugar de regresar por la carretera de Sóller, que es por donde llega a Bunyola, tendrá una ruta circular y se desplazará hacia la carretera de Santa Maria, Vella y de allí a la rotonda de Palmanyola en la carretera de Sóller. Van Bemmelen señala que se han incluido núcleos por lo que antes no pasaba el autobús. Por lo que se refiere a Marratxí, el enlace del tren con muchas frecuencias hacia Palma hace que tenga un tratamiento más específico.
Así, la L-301, que va de la estación de es Figueral hasta Sa Cabaneta y Pòrtol, incrementará sus frecuencias. Marratxí cuenta con una línea circular, que desaparece. Parte de su recorrido, que pasa por es Garrovers, Nova Cabana y sa Cabana, lo hará el autobús que enlazará la Estació Intermodal con el hospital Joan March (L-302).
Además, la línea 400, que va de Palma a Pina y Lloret transitará también por la zona sur que antes formaba parte de la línea circular marratxinera y pasará por Son Ferriol y el Pla de na Tesa.