De «histórica» calificó este martes el alcalde de Marratxí la decisión adoptada por el Ajuntament que preside de renunciar al desarrollo de la segunda fase de la urbanización de es Caülls y a la construcción del polígono de servicios proyectado en la finca de Son Llebre, anexa a la población del Pla de Na Tesa.
De esta manera, anunció Joan Francesc Canyelles (Més) –también responsable del área de Urbanismo–, que las 23 hectáreas en las que debían levantarse 670 viviendas para más de 2.000 personas y las 32 destinadas a nuevas superficies comerciales volverán a calificarse como suelo rústico común.
El desistimiento en la adaptación de las Normas Subsidiarias del municipio al Plan Territorial de Mallorca (PTM) de 2004, con la consiguiente pérdida del carácter urbanizable de es Caülls y Son Llebre, fue ratificada por el pleno de la Corporación gracias a los votos favorables del tripartito conformado por Més, PSOE y Guanyem y a la abstención de PP y PI, en la oposición.
Junto a sus socios Miquel Cabot (PSOE) y Mariano Izquierdo (Guanyem), Canyelles aseguró que con la decisión adoptada «se pone freno al crecimiento urbanístico de Marratxí por primera vez en muchos años». Un crecimiento urbanístico que, según el alcalde, a día de hoy «no es posible».