La comunidad árabe, que ya cuenta desde hace 12 años con un lugar de oración en la Vila, ha decidido cambiar la ubicación de la que será su nueva mezquita en el pueblo. Lo hace para «mantener la paz social», descartando así su construcción en un solar que había adquirido en la calle Jaume II y al haberse opuesto ciertos vecinos de manera radical.
La alcaldesa Francisca Mora ha tenido que mediar entre las partes y para evitar la exaltación de algunos porrerencs. De hecho, al saberse las intenciones de la comunidad árabe, los vecinos afectados se reunieron con Mora para exponerle su rechazo al proyecto. La primer edil recordó que el solar cumple con la normativa y que «no podemos ir contra la Constitución, ni los Derechos Humanos ni contra la libertad de culto».
A pesar de ello y para evitar polémicas, los árabes con la ayuda de la alcaldesa han conseguido la permuta del solar de la calle Jaume II por otro en las afueras que también reúne las condiciones para la nueva mezquita.
Aunque la solución ha satisfecho a los vecinos, de forma anónima se ha convocado una concentración para este jueves para oponerse al proyecto de mezquita ante las puertas del Ajuntament.