Los técnicos de Costas, juntamente con el jefe de la demarcación de Balears, Juan Carlos Plaza, y el alcalde de Sóller, Carlos Simarro, visitaron ayer la playa artificial del Través «creada» la pasada primavera con el aporte de 16.000 toneladas de arena procedente de Chinchilla y que a lo largo de este otoño se ha visto visiblemente reducida por el efecto del oleaje.
Sin embargo los técnicos responsables del proyecto consideran que «la arena no se ha perdido, sino que solamente se ha desplazado hacia otros puntos de la misma playa o bien se halla a pocos metros de la orilla». El Ajuntament había expresado su preocupación a Costas por la erosión del nuevo balneario ocasionada también por la salida de diversas fuentes de agua dulce que aparecieron después de las obras y que arrastran la arena hacia el mar.
Según Juan Carlos Plaza, el movimiento de la arena hacia el otro extremo de la playa más cercano al puerto «estaba previsto» como fenómeno asociado a la dinámica natural de la bahía. Según explicó Plaza al alcalde «la playa tiene un perfil de invierno y otro de verano y la arena regresará», aunque se comprometió a llevar un seguimiento y a realizar un estudio de la batimetría de la zona para ver en que lugares se ha depositado más arena. En todo caso esta sería extraída depués del invierno por medios mecánicos y recolocada.
Respecto a los sedimentos que las tormentas arrastran fuera de la bahía Costas afirma que «son solamente lodos» y que el fenómeno desaparecerá cuando únicamente queden en la playa los granos de sílice».
Plaza también se comprometió a realizar un estudio técnico y un proyecto para desviar el agua dulce que surge sobre la playa incrementando su erosión.