El año pasado, el Ajuntament de Pollença decidió suprimir el castillo de fuegos artificiales que habitualmente cerraba las fiestas de la Patrona. Este año tampoco estaba previsto, pero un grupo de vecinos de la localidad «no podíamos consentir despedir las fiestas sin la presencia de los cohetes». Por ello han recaudado dinero para sufragar los gastos del espectáculo pirotécnico. Pero aún así, este año no habrá cohetes, ya que «entregaron la documentación en el Ajuntament esta mañana -por ayer- y a las 14.00 horas no pudimos contar con todos los permisos necesarios para autorizar el espectáculo», señalaba Bartomeu Cifre, alcalde de Pollença.
Los vecinos de Pollença habían recaudado 3.000 euros para poder contar con ocho minutos de fuegos artificiales. La Associació de Veïns ha sido quien ha aportado más -1.500 euros-, un vecino de la localidad ha dado 1.000 euros y el resto del dinero -500 euros-, han sido aportados en pequeñas cantidades por otros vecinos de la localidad.
El retraso en la organización de esta propuesta ha supuesto que no se llegará a tiempo para poder realizar el castillo de fuegos. Cifre señala que «yo no puedo dar la autorización sin contar con todos los permisos necesarios. Hay que pensar que tenemos que solicitar permiso al departamento de Carreteres del Consell, a Medi Ambient y a la Delegación del Gobierno, así como a los Bomberos».
«Me sabe muy mal, ya que la iniciativa es muy buena, ya que es la gente quien lo ha hecho, pero se tenía que haber empezado a recaudar hace dos meses», indicó el primer edil.
De esta manera, por segundo año consecutivo, las fiestas de la Patrona de Pollença, más conocidas por su famosa batalla entre cristianos y sarracenos finalizarán con un traca final en la Plaça Major, tras la interpretación de la Alborada y el tradicional Visca Pollença por la Banda de Música de la localidad.