Un vándalo o un grupo de vándalos han destrozado el portal que da acceso a los qânats árabes de la fuente de la Canaleta, en Inca. Los actos vandálicos -echada al suelo la losa superior, de piedra, del portal de acceso- han llegado antes que la anunciada rehabilitación del bien patrimonial, proyectada pero jamás ejecutada.
Los qânats son un sistema de galerías subterráneas construidas entre los siglos X y XI, según los historiadores, que recogen el agua de dos pozos vecinos (el pozo de les Roquetes y el de la Canaleta) y la conducen hasta la superficie. Situados en la zona del Camp d'Oca, junto al nuevo centro de salud, abastecieron Inca de agua durante siglos. Cumplían la función de fuente municipal.
El líder y portavoz del grupo PSM-IniciativaVerds de Inca, Antoni Rodríguez, denuncia que «todavía no se haya ejecutado el proyecto de rehabilitación de los qânats» -monumento declarado Bien de Interés Cultural (BIC)- que la Agència Balear de l'Aigua i de la Qualitat Ambiental (ABAQUA), organismo dependiente del Govern autonómico, redactó hace casi un año. Según Rodríguez, la rehabilitación del BIC, que está presupuestada en 65.000 euros, permanece paralizada, desde el pasado mes de abril, a la espera de una firma.
Partida habilitada
Asimismo, Rodríguez critica que «existiendo una partida presupuestaria habilitada, el Govern permita que el proyecto permanezca paralizado», así como el dinero que está previsto destinar a las obras. El líder nacionalista considera que, en época de crisis, este hecho es «especialmente grave».
A parte de que algún vándalo haya echado tierra la losa superior del portal, el acceso a los qânats se halla lleno de suciedad y de grafitis. Esta situación no es nueva, pero se ha agravado des de que se construyó el segundo centro de salud de Inca y, paralelamente, se procedió a urbanizar nuevas calles en el Camp d'Oca. Desde entonces, acceder a los qânats, un bien patrimonial desconocido por la mayoría de inquers, es mucho más fácil y sencillo que antes.
Peligro
Asimismo, Rodríguez denunció el peligro que supone para los viandantes que un respiradero de los qânats permanezca abierto. Cabe recordar, por otra parte, que el PSM exigió, hace un año, que se habilitara una zona verde frente a los qânats. Dicha zona verde está proyectada en el Plan de Ordenación Urbana (PGOU) de Inca.