La semana pasada el Camí Romà, vía utilizada antiguamente para ir de Alaró a Binissalem, amaneció en medio de desperfectos. Los pilones y cadenas que impedían el paso de vehículos motorizados fueron rotos y robados. El Ajuntament de Binissalem y el Grup d'Amics en Defensa del Medi Ambient (GADMA) denuncian los hechos y aseguran «estar hartos de sufrir ataques contra del patrimonio de Binissalem».
José Fernández, regidor de Patrimonio, alberga la sospecha de que «se trata de un grupo organizado porque rompieron varios pilones y se llevaron a casa una cadena bastante consistente». Tanto el Ajuntament como GADMA sostienen que «los culpables de los actos vandálicos son los conductores de motos y quads que no entienden el valor patrimonial del camino, y al no poder pasar, por culpa de las cadenas y los pilones, han decidido acabar con todo». De hecho, Bernat Fiol, portavoz de GADMA, lamenta que «el camino haya perdido gran parte de sus señas de identidad por culpa del paso de vehículos motorizados».
En este sentido, cabe destacar que en el tramo inicial de la vía el empedrado romano ha desaparecido y sólo quedan piedras desmenuzadas donde se ven las marcas de los vehículos a motor que han quedado impregnadas en la vía. Para evitar nuevos daños, el Ajuntament de Binissalem ha incrementado la vigilancia en los rincones más característicos del municipio, como son el Pou Poal y el Pou Salat y también en el cementerio, lugar donde José Fernández asevera «que por muy rocambolesco que parezca, también ha habido incidentes».
Desde GADMA solicitan al Consistorio que «incremente económicamente las sanciones para que los infractores escarmienten», y si son menores recomiendan «que se les imponga realizar durante un año la limpieza y adecuación del camino». Tanto el Ajuntament de Binissalem como GADMA reclaman colaboración ciudadana y piden que si algún ciudadano tiene información sobre lo ocurrido se ponga en contacto con el Consistorio.
Apoyo
No obstante, aunque todavía haya quien no tiene en cuenta el patrimonio de Binissalem, muchos de los habitantes del municipio si lo valoran y lo demuestran. El sábado pasado un grupo de voluntarios locales y algunos simpatizantes de GADMA limpiaron el Camí Romà y arreglaron los desperfectos para que la vía vuelva a la normalidad.