«El PP sigue dispuesto a buscar un acuerdo con el regidor de Convergència per les Illes. De alcanzarlo, la gobernabilidad de Llubí sería más fácil». Lo dice Joan Ramis (PP), que hace dos semanas tomó el relevo de Tomàs Campaner y se convirtió en el nuevo alcalde de Llubí. Ramis gobierna en minoría. Un pacto con CxI le garantizaría estabilidad.
Ramis (Llubí, 1959) inició su trayectoria política en 2003, de la mano de Campaner. Desde entonces ha sido primer teniente de alcalde y concejal de Cultura, Educación y Deportes. «Como alcalde tengo muy claro que voy a trabajar para servir a los ciudadanos», asegura.
Preguntado sobre las actuaciones que priorizará, responde que pueden esquematizarse en 10 puntos: «Adaptar las entradas al pueblo a la variante, conectar la variante con la carretera de Muro y sa Pobla, construir una acera hasta el cementerio, hacer la escoleta, construir una nueva conducción de pluviales, reformar la piscina municipal, aprobar la revisión de la normativa urbanística, llevar un cuidado y mantenimiento del pueblo rigurosos y pondremos empeño para lograr mejores resultados en la recogida selectiva de basura».
Dedicación
Ramis compaginará el cargo de alcalde con su trabajo como gerente de Conservas Rosselló. «En ese punto me distinguiré de Campaner», dice. A diferencia de Campaner, Ramis no tendrá la dedicación exclusiva, sino el primer teniente de alcalde, Antoni Vallespir.