Las empresas que realizan el proyecto de reapertura del tren de Manacor a Artà han ralentizado, desde principios de año, la ejecución de las obras. El motivo estriba en que el Govern de les Illes no les paga por falta de liquidez, según confirmaron ayer a este diario Antoni Verger, director general de Mobilitat en funciones y Bartomeu Gual, gerente en funciones de Serveis Ferroviaris de Mallorca.
Ante la pésima situación económica del Govern, SFM presupuestó para este año 15 millones de euros y el resto de la obra para el año que viene cuando en realidad se preveía que las obras concluyesen en octubre de este año. «Esta modificación supone retrasar las obras medio año», apunta el gerente de SFM.
Pero a pesar de la reducción del presupuesto, el Govern no paga por problemas de tesorería. «Dentro del presupuesto de SFM hay una partida para pagar todas las obras. Las empresas saben que tienen la cobertura de un presupuesto; el problema es que el Govern no consigue tener liquidez por eso las empresas constructoras no pueden cobrar», afirma Verger.
Electrificación
Además de las constructoras que ejecutan el tren de Artà, tampoco están cobrando desde hace meses las empresas que realizan la electrificación del tren de Inca.
A todo esto, hay que añadir que el Estado no sufraga las partidas destinadas a pagar estas obras. De los 443 millones de euros del convenio para obras ferroviarias, el Ministerio de Fomento sólo ha aportado 140 millones de euros. Esto implica que la empresa pública Serveis Ferroviaris de Mallorca (SFM) no puede licitar la electrificación del tren de Manacor, ni tampoco del de sa Pobla ni contratar el tramo urbano del tren de Manacor.
«Nosotros», indica el director general de Mobilitat en funciones, Antoni Verger, «no dejamos ningún agujero presupuestario, hemos hecho nuestro trabajo, si no cobran es por problemas de tesorería y además el Estado no ha puesto todas las partidas presupuestarias».