El PP de María Bonet ha vuelto a ser la candidatura más votada y ha visto incrementados en dos los 3 concejales que antes tenía. Así, con 5 ediles, Bonet podrá buscar el apoyo de Convergència per les Illes que ha rentabilizado el paso por la Alcaldía de Bartomeu Lladonet que ha subido cerca de 100 votos y un concejal más.
Los perdedores de la noche, sin ninguna duda, han sido el PSOE-PSM de Sebastià Burguera que ha perdido 200 votos y el Nous Independents Locals (NIL) de Bartomeu Galmés que deja por camino un concejal y poco más de 100 votos. Mientras, Sud Unificat (SU) mantiene su edil aunque pierde una treintena de votos.
Los electores de ses Salines han castigado duramente el actual pacto de gobierno PSOE-UM-NIL, en el que únicamente CxI, ahora heredera de UM, ha conseguido sacar provecho gracias a su paso por la Alcaldía este último año y medio.
La debacle socialista se podría deber a la fuerte división interna vivida en el seno de la agrupación con el enfrentamiento entre el candidato Sebastià Burguera y el histórico Antoni Perelló, así como un cierto voto descontento con la gestión desarrollada. Por su parte, el NIL ha sido castigado y mucho en el núcleo de ses Salines.
Pactos
Los pactos volverán a estar en el orden del día como ya viene siendo habitual en el municipio. Siendo la candidatura más votada, el PP de María Bonet puede formar gobierno con CxI con un pacto a dos con 8 regidores de mayoría.
Un acuerdo que parece los más probable visto el voto de castigo a PSOE-PSM y NIL, así como la pérdida sensible de apoyo a SU.
Así las cosas, el PP retoma la hegemonía que perdió hace cuatro años consiguiendo aglutinar el voto descontento del pacto con socialistas e independientes. Todo apunta a un pacto entre el PP de Bonet y CxI de Lladonet.