El trazado actual del Camí de Ternelles podría no coincidir con el trazado del camino original que daba acceso al Castell del Rei y que se situaría a la izquierda de éste ocupando parte del lecho del torrente. Así lo afirmaron ayer parte de los nueve testigos que declararon en la vista oral que se celebró en el juzgado número 2 de primera instancia de Inca que trata de discernir si el Camí de Ternelles, incluido en el catálogo de caminos públicos de Pollença en el año 2008, es realmente de propiedad pública o si es propiedad de los dueños de la finca de Ternelles.
Esta hipótesis podría resultar determinante a la hora de dictar una sentencia que difícilmente llegará antes de las próximas elecciones. Y es que aunque el juicio debía quedar listo para sentencia ayer mismo, una indisposición del abogado del Ajuntament, Miquel Ripoll, obligó a suspender la vista.
Aunque en un primer momento se acordó reanudar el juicio esta mañana a las diez, finalmente se ha suspendido sin fijar una fecha nueva al empeorar el estado del abogado, según explicó ayer tarde el alcalde de Pollença, Joan Cerdà (CxI).
Tercera suspensión
Esta es la tercera vez en lo que va de año que se aplaza la vista oral por la titularidad del Camí de Ternelles en el que la sociedad Menani S.A. representada por el abogado Juan Socías Morell es la parte demandante y el Ajuntament de Pollença, representado por el abogado Miquel Ripoll, es la parte demandada.
Ex trabajadores de la finca de Ternelles, constructores, guardias civiles, excursionistas y un operario municipal, contestaron ayer a las preguntas de las partes sobre la presencia histórica o no de barreras en el camino, si estas estaban abiertas o cerradas y sobre las actuaciones de restauración que se han realizado en la propiedad.
Los testigos confirmaron la existencia de una barrera de madera previa a la actual barrera metálica, barrera que estaba cerrada con un pasador hasta que en 1985 se instaló la definitiva.