Los meses de septiembre y octubre están considerados como la temporada alta para la pesca de la llampuga. Este tradicional pescado del litoral mallorquín está cumpliendo todas las expectativas y en municipios de la Isla como Capdepera hacen su particular agosto durante estas señaladas fechas.
De hecho, en la zona de Cala Rajada se celebrará durante el próximo 10 de octubre la IX edición de la Mostra de Cuina de la Llampuga. Un evento en el que hoteles, restaurantes, la asociación de la Tercera Edad y la cofradía de Pescadores Verge del Carme exponen a los visitantes una amplía variedad de formas de cocinar la llampuga, sin repetir ningún plato gastronómico. Es una actividad en la que se involucra todo el pueblo y que acerca una media de siete mil visitantes año tras año. Previamente se hará un concurso de tapas los días 8 y 9 del mes y los vecinos de la localidad podrán disfrutar de una paella multitudinaria.
Desde que se realiza la Mostra, este pescado se ha revalorizado y tanto la semana previa como la posterior de la Mostra es cuando más llampuga se vende. La idea surgió de la cofradía de Pescadores de Cala Rajada con el propósito de dar a conocer diferentes formas de comer este pescado y darle así más prestigio.
Cupo
Además, esta cofradía es la pionera en las Islas en imponerse un cupo a la hora de pescar llampuga, sólo se permiten un máximo de 32 cajas (aproximadamente unos 300 kilos) por embarcación. Esta medida la llevan practicando desde hace cuatro años y han conseguido tener mejores precios para la llampuga y que la temporada sea más larga. Son los únicos en utilizar este cupo pero su deseo es que se extienda por todas las cofradías de Mallorca.
El vicepresidente de la cofradía de Cala Rajada, Joan Fuster, confiesa que «la pesca de la llampuga es la más divertida y entretenida que hay, ya que coger peces o no depende plenamente del pescador y si comete fallos. Muchos se pasan el año esperando impacientes la llegada de la temporada de la llampuga».
Además, Fuster explica que «el proceso de pescar llampuga consiste en primero colocar un objeto flotante en el mar porque este pez se siente muy atraído por todo lo que flota. Al cabo de unos días los pescadores comprueban que haya llampugues en esa zona y si es así lanzan la llampuguera del ansiado pez. La media de ejemplares por recogida ronda los 35 kilos, aunque el experto añade que «tanto puedes sacar dos peces como 80 kilos».
Por lo que se refiere al precio de la llampuga mallorquina, cabe destacar que el valor económico suele oscilar entre los tres y los cuatro euros por kilo en los mercados, donde tiene especial protagonismo y relevancia durante estos meses de captura en las cocinas mallorquinas.