Ha pasado un año desde la inauguración del desdoblamiento de la carretera de Manacor y las cifras revelan la aceptación que tiene esta vía, puesto que la densidad de tráfico ha aumentado en más de 2.000 vehículos diarios.
En el año 2003, en el inicio de las obras del desdoblamiento, la entonces aún C-715 era conocida como la «carretera de la muerte».
Cuatro años después ya pocos recuerdan aquella peligrosa carretera que pasó a tener dos carriles por sentido y separados por una mediana de hormigón. Incluso el nombre cambió y la vía pasó a denominarse la Ma-15. En el año en que comenzaron las obras circulaban por la carretera 19.316 vehículos diarios. En la actualidad, y con datos de octubre de 2007, pasan 21.410 cada día.
La comodidad y, sobre todo, la seguridad que ha supuesto este proyecto es evidente y así lo revelan las cifras de usuarios que utilizan la carretera. De hecho, antes de ejecutar las obras del desdoblamiento, muchos conductores se abstenían de utilizar la carretera de Manacor para ir de la zona del Llevant a Palma y utilizaban vías alternativas como por ejemplo, la carretera de Santa Margalida e Inca.