El mercado medieval fue el principal reclamo de la Feria de Setembre de las Avingudes, siendo ésta una de las más exitosas de los últimos tiempos. Manacor se convirtió en un auténtico mostrador de productos locales, automóviles, maquinaria, comercios y artesanos para dar a conocer algo más el nombre de la ciudad y su oferta.
Miles de personas no se quisieron perder un acontecimiento que no decepcionó a nadie. Sin lugar a dudas, el mercado medieval dio un aire fresco a la Fira de Setembre, siendo la gran novedad de este año. El tramo de la Avinguda de Salvador Joan fue reconvertido en un mercado donde expusieron un centenar de stands medievales llegados de Mallorca y de diferentes lugares del estado.
Se pudo ver de todo. A parte de las incansables actuaciones musicales que dieron color y música a la feria, la oferta de los expositores medievales fue excelente. Mucha variedad de productos, comidas saladas, artesanía, hierbas, repostería, productos y herramientas medievales fueron el gran complemento de la feria. Además, no faltaron los productos propios de la tierra, el sector automovilístico y la maquinaria. Los asistentes a la feria se hartaron de comida: podían probar dulces, comprar quesos, jamones, embutidos de Catalunya y otras hierbas. Al fin y al cabo, una interesante oferta que se combinó con todos los portales abiertos de los comerciantes de las Avenidas.
Con todo, el Govern balear no perdió la oportunidad de estar presente en la feria. La Conselleria de Medi Ambient instaló una carpa por conmemorar el Día Internacional para la Protección de la Capa de Ozono. El conseller Miquel Àngel Grimalt apostó por seguir concienciar a la ciudadanía de ser respetuosos con el medio ambiente y bajar las emisiones de gases contaminantes. Grimalt anunció que, en breve, su Conselleria iniciará una campaña de concienciación sobre el cambio climático.