EMILIO LÓPEZ VERDÚ
El alcalde de Montuïri, Gabriel Matas, declaró ayer en el juzgado de instrucción uno de Palma como imputado en una trama millonaria de evasión de impuestos. Su presencia en los juzgados se debe a una larga investigación iniciada por el fiscal anticorrupción Juan Carrau, que detectó la posible presencia de empresas «fantasma» de alquiler de coches con sede en el municipio, con el único objeto de pagar un impuesto de circulación más reducido de forma ilícita.
A lo largo de las investigaciones se hallaron en diversas empresas numerosos certificados en blanco con la firma del alcalde y el sello del Ajuntament. Cuando Matas fue preguntado a este respecto, aseguró que él no los firmó. No obstante, admitió haber firmado diversos certificados cuyo contenido no comprobaba «por la confianza que tenía en las personas». En este sentido, reconoció que los firmó sabiendo que esta era competencia exclusiva del secretario, y explicó que ha podido firmar, además, otros certificados relacionados con «viviendas y licencias de obras».
En cuanto a la relación que le une con el empresario Salvador Llinàs, que también figura en la causa como imputado, indicó que le conoce desde hace varios años, que «es un bon montuïrer» y que sabe que puede haber matriculado en el pueblo unos 2.500 coches al año durante varios años, a pesar de que el municipio cuenta sólo con 2.800 habitantes.