A.BASSA.
El conflicto entre el Ajuntament de Capdepera y la empresa
energética GESA está en vías de encontrar una solución que daría
salida al bloqueo que padecen desde hace años los vecinos de la
localidad. Así el Ajuntament proyecta crear una empresa pública que
avanzaría los dos millones de euros que cuesta el soterramiento de
las líneas aéreas y la empresa energética iniciaría las obras de la
futura subestación eléctrica.
La polémica se remonta años atrás. Ante una saturación de las líneas, GESA proyecta construir una subestación. El problema radica en que las normas subsidiarias de la localidad contemplan que el cableado ha de ir soterrado mientras que GESA, al no estar obligada al soterramiento, no está dispuesta a asumir el sobrecoste que supone.
El alcalde de Capdepera, Joan Ferrer (PP), explicó que «tras más de un año de negociaciones hay posibilidad de llegar a un acuerdo. La empresa pública pediría un crédito para pagar el soterramiento y luego se cobraría en los recibos de la luz de los usuarios».