La dirección de Recursos Hídricos de la Conselleria de Medi Ambient del Govern balear ha endurecido las condiciones a Lavanderías Diana por el vertido que la empresa realiza en el torrente Solleric en el término municipal de Consell. La conselleria basa estas nuevas condiciones en una serie de medidas que marca el reglamento del Plan Hidrológico Nacional. La modificación de las condiciones de vertido se debe a que la empresa solicitó de nuevo una renovación para la autorización del vertido. Así, se especifica que el caudal estimado del vertido será de 80.000 metros cúbicos y se tendrá que efectuar un seguimiento analítico trimestral del agua de los pozos. El titular del vertido tendrá que efectuar también una declaración periódica en un período máximo de tres meses de los análisis del vertido.
Por otra parte, se especifica que la empresa tendrá que pagar un canon anual por el vertido de 1.310 euros. La autorización se otorgará en un período de cinco años y pasado este tiempo se tendrà que solicitar una nueva renovación. Hace unos años que grupos de ecologistas, vecinos de la zona y los ajuntaments de Consell y Sencelles denunciaron los vertidos de esta empresa en el torrente Solleric. El Grup en Defensa del Medi Ambient (Gadma) se posicionó totalmente en contra de los vertidos y protestaron por «la emisión de humos, malos olores y el vertido de aguas tóxicas».
Así, hace cuatro años que los ecologistas de Gadma ya pidieron al Ajuntament de Consell que decretase la suspensión de esta actividad industrial y se manifestaron a las puertas de la empresa en octubre de 2001. Ante estas críticas, el pasado 2003 la dirección general de Recursos Hídricos de la conselleria renovó la autorización a la empresa y ahora se ha aprobado una nueva autorización más restrictiva, según ha informado recursos hídricos.