La mayoría de alcaldes del PP de la Part Forana no tendrían inconvenientes en celebrar matrimonios entre parejas homosexuales, aunque muchos todavía no se han planteado «a fondo» esta cuestión. Los alcaldes de Llubí, Tomàs Campaner; Fornalutx, Joan Albertí, y Sóller, Carlos Simarro, son los que más reparos ponen a la hora de celebrar un matrimonio homosexual. «La verdad es que me costaría mucho. Para mí sería ir contra mis principios y espero que no me llegue la ocasión de celebrar este tipo de matrimonios. No me he planteado la cuestión pero sé que no va con mi manera de ser», dijo Campaner. «No me hace ilusión casar a homosexuales y si lo puedo evitar lo evitaré, aunque sino queda más remedio se hará», dice ebatle de Fornalutx.
Carlos Simarro no se mostró partidario de la ley y, de hecho, él delega las bodas en Miquel Nadal, lo que le impedirá realizar casamientos. El alcalde de Santa Margalida, Antoni del Olmo, le quita importancia a la cuestión y asegura que aunque hasta ahora no se lo había planteado «si hay que casar se casa». El alcalde de Selva, Joan Rotger recordó: «Quienes dan su consentimiento son los contrayentes y no el alcalde que hace las funciones de un funcionario». Los alcaldes de Mancor, Bernardí Coll; Escorca, Antonio Gómez, y también el de Lloret no tendrán reparos a la hora de casar a homosexuales.
En Felanitx, la alcaldesa, Catalina Soler explica que «yo ya casé a una pareja homosexual mucho antes de que se aprobara la ley. No sé a qué viene tanta tontería. Respetar la libertad de las personas me parece lo más lógico». Igualmente se expresó el alcalde popular de Sant Joan, Joan Matas: «Yo, como jurista que soy, acataría la ley sin problemas». El primer edil de Manacor, Antoni Pastor, se mostró rotundo: «Claro que los casaría, faltaría más». Igualmente, Sebastià Vidal de ses Salines manifestó: «Tenemos que cumplir la ley, los casaría sin problemas». Ebatle de Estellencs, Bartomeu Jover, se manifestó en la misma línea. Y el de Llucmajor, Lluc Tomàs, aún no lo tiene claro.