PEDRO AGUILÓ MORA
La Federación de Asociaciones de Vecinos de Llucmajor ha dirigido
sendas cartas al responsable del departamento de Carreteres del
Consell de Mallorca y al propietario de la finca de Son Reynés con
el objeto de que ambos lleguen a un acuerdo que permita poner punto
y final al ruinoso estado que presentan las paredes secas de la
mencionada finca colindantes a la carretera de s'Estanyol. Según el
presidente de las agrupaciones vecinales de todo el municipio
llucmajorer, Ramón Quiñonero, el estado de ruina que presentan los
márgenes del vial PMV6015 a la altura del predio de Son Reynés
provocan continuos desprendimientos de piedras que suponen un gran
peligro para los conductores que circulan con sus vehículos entre
los kilómetros 11,8 y 15 de la carretera que discurre entre la
capital del Migjorn y la localidad estanyolera.
Quiñonero explicó a este diario que tras mantener un primer contacto con la dirección insular de Carreteres, el departamento que dirige Gonzalo Aguiar no puso ninguna objeción a arreglar las paredes secas afectadas y acabar así con los desprendimientos de guijarros que han hecho desaparecer los arcenes. La única condición estipulada por el Consell de Mallorca fue que los propietarios de la de Son Reynés permitieran la invasión de entre tres y cuatro metros de tierra pertenecientes a la finca a lo largo de los poco más de tres kilómetros afectados por las obras.
Acto seguido, la Federación de Asociaciones de Vecinos comunicó a los propietarios de Son Reynés la oferta del Consell de Mallorca al tiempo que se ofreció para intermediar en la operación. No obstante, los dueños del predio manifestaron a Ramón Quiñonero que ya estaban en negociaciones con la institución supramunicipal. Pasado el tiempo, Quiñonero cree que «las negociaciones están durando mucho», mientras los desprendimientos sobre la carretera siguen produciéndose.