J.M.S. /C.V.
Los accionistas vendedores de Majórica han amenazado a Drasan
Limited (filial de Saga) con «interrumpir de inmediato» cualquier
operación que esté encaminada a utilizar el dinero de la venta del
solar de la manzana de Majórica para hacer frente a la ampliación
de capital incluida en el contrato de compra-venta. En una carta
dirigida a Drasan Limted, los ex accionistas denuncian «los
incumplimientos del contrato por no haber procedido al desembolso
de seis millones de euros comprometidos con los bancos acreedores».
Asimismo, recuerdan que los nuevos accionistas no han cumplido «el
convenio de acreedores» y tampoco han adoptado «las medidas
adecuadas para evitar la insolvencia de la compañía».
Ante esta situación, advierten que la «utilización de un activo de la compañía para el fin del aumento de capital, cualquiera que sea el procedimiento utilizado, constituye una infracción directa de la prohibición legal de asistencia financiera por la propia compañía». En la misma línea, advierten que esta operación «sería con toda seguridad un fraude del convenio de acreedores y del contrato». Por otra parte, en otra misiva también se dirigieron a la compañía catalana liderada por Rafael Español, mostrando su preocupación por la actual situación de Majórica y requieren que «antes del próximo día 19 de noviembre, nos informen del grado de cumplimiento de los compromisos asumidos por ustedes en el contrato».
La situación de Majórica es tan delicada que, según fuentes de toda solvencia, si Saga no realiza la inyección de capital este mismo mes de noviembre «no se pagan ni las nóminas ni las indemnizaciones». Sin embargo, «Saga no tiene dinero para realizar la ampliación», por lo que «está intentando que alguien le de dinero por el inmueble». Esta es la operación que los ex accionistas interrumpirán en caso de que la compañía asiática intente llevarla a cabo. Según las mismas fuentes, «la sociedad necesita, como mínimo 10 millones de euros» para salir a flote. El déficit de tesorería es de 5'3 millones de euros.