L. PLANAS/N. DOMBLÀS
La alcaldesa de Costitx, Maria Antònia Munar, acusó a los
dirigentes del PSM del municipio de coacciones y de violar el
domicilio de los concejales de UM para exigirles que acudan al
pleno de mañana, que no ha sido convocado. «Han ido concejal por
concejal a presionar a sus casas y han provocado auténticos dramas
familiares. Es una auténtica coacción. Ni en los tiempos de Franco
se han visto estas cosas», dijo Maria Antònia Munar. La alcaldesa
aseguró que UM no acudirá hoy al pleno, porque las minorías no
pueden imponer su gobierno a las mayorías y el PSM no tiene
concejales suficientes para convocar un pleno. «No estoy dispuesta
a aceptar este chantaje», añadió. Aseguró que los nacionalistas
están empleando prácticas antidemocráticas y además fomentan el
transfuguismo.
«Comprendo que estén preocupados, porque han llevado el partido a la ruina», afirmó. La alcaldesa reconoció que este comportamiento del PSM no le sorprende, a la vista del pacto con un tránsfuga del PP de Sineu que arrebató la Alcaldía a Unió Mallorquina. El PSM, por su parte, envió ayer un comunicado en el que emplaza a la alcaldesa de Costitx a que no se esconda «y cumpla con su responsabilidad democrática. Los nacionalistas recuerdan a Munar que tiene el deber de presidir el pleno extraordinario que ha sido convocado por la Secretaria del Ajuntament.
Por otro lado, finalmente, han sido catorce el total de personas a las que la Delegación de Gobierno ha abierto un expediente de procedimiento sancionador con una propuesta de multa de 6.000 euros por los incidentes que se registraron el pasado 13 de octubre en el pleno del Ajuntament de Costitx. Estas personas han tenido 15 días hábiles para presentar alegaciones y en el caso de que sean rechazadas, Delegación de Gobierno podrá resolver definitivamente las sanciones administrativas, aunque los expedientados podrán acudir aún a la vía judicial. De los 14 expedientados, trece han tramitado sus alegaciones a través de los servicios jurídicos del GOB, mientras que un joven lo hace a través de los servicios de UM, después de las gestiones que la propia Munar hizo entre jóvenes costitxers expedientados.