N. DOMBLÀS/C. RUIZ DE GALARRETA
El Parlament balear ha decidido aplazar la aprobación de la
polémica ley que autoriza la construcción del campo de polo. La ley
tenía que ser aprobada en el pleno que celebra la próxima semana la
Cámara legislativa, pero la Mesa del Parlament decidió ayer por
sorpresa no incluirla en el orden del día de la sesión plenaria. La
Mesa del Parlament, órgano que hace la propuesta de orden del día a
la Junta de Portavoces, tenía inicialmente previsto incluir este
tema en el pleno y así figuraba en el propio orden del día de este
organismo. Sin embargo, los representantes del PP propusieron que
este asunto quedara fuera del orden del día, ya que buena parte del
Govern tenía previsto desplazarse a Londres para asistir a la World
Travel Market, que se celebra en esas fechas. La mayoría
parlamentaria del PP para conseguir la aprobación de la ley tan
sólo quedaría en peligro si faltaran al pleno siete diputados, que
es la diferencia que existe entre los 33 diputados del PP y UM y
los 26 de la oposición.
El GOB, que ha alertado a la Comisión Europea del impacto que puede tener el complejo al limitar con áreas que gozan de protección internacional, ha iniciado una campaña a nivel internacional «al afectar a espacios turísticos de primer orden», aseguró Antoni Muñoz, quien agregó que «la política ambiental del Govern es difícilmente justificable y se tiene que saber en el exterior». Las organizaciones ecologistas descartaron las movilizaciones hasta que la ley se apruebe en el Parlament. A partir de entonces, transcurrirán de seis meses a dos años hasta que el proyecto pueda ser una realidad. La promotora deberá presentar el Plan Parcial y el Ajuntament de Campos tendrá que modificar el planeamiento, ya que la zona está clasificada el 70% como zona deportiva y el 30% como residencial.